Inicio » Portfolio » Rosa & Ferran: Una boda rodeada de naturaleza

Hoy os contamos la historia de amor de Rosa y Ferran, una pareja catalana que echamos mucho de menos… Su boda fue a mediados de Setiembre de 2019, el lugar escogido por nuestra pareja fue una preciosa masía catalana llamada Can Cuch perdida en medio del Parque Natural del Montseny. Esta zona es conocida mayoritariamente por su maravilloso entorno mágico y remoto rodeado de zonas verdes con muchísima paz.

La mañana del día de la boda empezó con una amenaza de lluvia que nos tuvo en vilo durante todo el montaje, finalmente acabamos optando por celebrar la cena en interior para no tener sorpresas de última hora.

El novio se preparaba y vestía en la habitación de sus padres, mientras, nuestra novia estaba con su maquilladora y peluquero en la suite de la misma masía. La verdad que disfrutó muchísimo de estos instantes previos a la ceremonia junto a su hermana gemela, su madre y su otra hermana mayor, pudieron vivir momentos muy emotivos disfrutando de todo el proceso.

Nuestra novia tenía claro que, en su gran día, iba a lucir una pieza única para toda su familia, dicha pieza era un reloj muy especial para ella ya que había pertenecido a su abuela materna que tal y como ella, su hermana gemela también lo llevo en su boda.

El vestido de Rosa era del atelier Barea Barcelona, lo diseñaron exclusivamente para ella, no podía ser más perfecto, le quedaba fantástico. Los zapatos que lució fueron unos Serena Whitehaven en color rosa empolvado. Por lo que respecta al maquillaje, optó por algo muy natural y su pelo no podia ser más ideal, llevaba una cola baja anudada con una cinta de terciopelo en color vino.

El bouquet de nuestra novia merece especial mención ya que todas las que estuvimos trabajando ese día nos declaramos fans incondicionales de dicha maravilla, era una mezcla de tonos verde, rosa claro, color vino y beige, sin olvidar el anudado en terciopelo.

Minutos antes del inicio de ceremonia, fue muy bonito ver las caras de sorpresa de los invitados al llegar y verlo todo montado, realmente era como estar suspendidos en medio de la nada rodeados de montañas y más montañas. ¡Y llegó el momento! Las entradas del novio y la novia fueron mágicas en este entorno único, alrededor del altar se creó una base floral en semicírculo.

Una vez finalizada la ceremonia, los invitados pasaron al aperitivo, pudiendo disfrutar de la gastronomía servida. En cuanto los novios llegaron a la zona del aperitivo se armó un buen revuelo ya que el novio, deportista de elite de bike trial, hizo su entrada triunfal con su ya mujer en una montesa de trial muy especial para toda la familia dado que esta ha ido pasando de generación en generación.

El seating plan escogido fue un corner en el que los novios ofrecieron como detalle para cada uno de sus invitados un potecito de miel monísimo más una cucharita de madera personalizada en el que se descubría el nombre y el número de mesa donde se sentaba cada uno…. La verdad que gustó muchísimo, como no podía ser de otra manera, todo ello de la mano de nuestra estilista Andrea Llàcer. Por lo que respecta a las minutas optamos por hacer una única minuta en tela antes de entrar al salón, fue muy bonita.

Una vez pasaron a la cena, que finalmente como os comentábamos, la montamos en interior, se encontraron con una zona llena de cortinajes de luz, una iluminación muy romántica y repleta de velas. Las mesas las vestimos combinando manteles cuadro Vichy con rosas empolvados y quedó espectacular, los centros de mesa eran de estilo silvestre, con flores y frutas de temporada, ¡combinar ambas, es una delicia! Aporta textura y movimiento creando una composición ÚNICA.

Finalmente empezamos la discoteca en la zona exterior, se iluminó toda con guirnaldas como si de un cielo estrellado se tratara, el primer baile de Rosa y Ferran fue muy romántico. Luego ya solo quedaba divertirse en la discoteca que duró hasta altas horas de la madrugada.

¡Fue preciosa vuestra boda Rosa y Ferran!!!

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