Inicio » Portfolio » Lorna & Carl: Boda mágica en un castillo del Empordà

Hoy os traemos la boda de Lorna y Carl, una pareja inglesa encantadora. Amantes incondicionales de todo lo natural, orgánico y relajado… siempre supieron que ante todo su boda respiraría naturaleza.

Una parte de la familia de nuestra novia viven repartidos entre Barcelona y el Empordà, lugar donde finalmente se celebró la boda. Sus invitados vinieron de diferentes partes del mundo, pero mayoritariamente de Inglaterra. Para nuestra pareja era muy importante que sus invitados se sintieran como en casa al llegar a España, estuvieron alojados en 3 diferentes hoteles de la zona rodeados de naturaleza, se respiraba ante todo calma, aire puro y relax.

Lorna se preparó junto a su madre y sus damas de honor en casa de sus tíos, en un pequeño pueblo de Girona llamado Corçà situado en el corazón del Empordà. La verdad es que todas las chicas lo pasaron muy bien mientras se cambiaban y preparaban… el vestido de nuestra novia era un Stephanie Allin y le quedaba perfecto. Sus damas de honor iban en un tono rosa empolvado, nos encanta este color, como siempre decimos, es un acierto total y esta temporada pasada lo hemos tenido en muchas de nuestras damas de honor.

Lorna llevaba un maquillaje aportando mucha intensidad a su preciosa mirada, llevó su pelo suelto luciendo una auténtica joya a modo de diadema de la firma Suma Cruz.

El novio se preparó en la casa donde se alojaban sus padres, la localización no podía ser más bonita. Una vez todos estuvieron listos, el novio i el padrino se dirigieron en un precioso MG de época en color blanco hacia la iglesia donde se celebró la ceremonia.

¡La decoración de la entrada a la iglesia era simplemente maravillosa! Flores y verdes en tonos burdeos, creando muchísimo volumen y marcando una entrada única. ¡El arco estaba repleto de “cotinus” … qué delicia hizo Flors Laguarda sin duda.

La entrada de la novia a la iglesia fue muy especial ya que entró del brazo de su hermano Andrew, todo ello amenizado con un trio de cuerda tocando su canción favorita.

En cuanto finalizó la ceremonia los invitados se dirigieron al aperitivo celebrado en el Castell de Caramany servido por el catering Molí de l’escala. Al llegar, los invitados se dirigieron hacia el patio de las fuentes y bailaron al ritmo de un dj inglés amigo de los novios junto a un saxofonista, seguidamente tocaron un dúo de rumba que encantó y sorprendió mucho a todos los invitados.

El seating plan fue hecho a base de cestas muy típicas de la zona del Empordà, en la que todos los invitados pudieron ver donde se sentarían durante la cena. ¡Gracias siempre Andrea Llàcer por tanta y tanta magia!

La cena se celebró el patio de los arcos del castillo, rodeados de columnas y arcos de piedra con vistas a los jardines principales.

Presidiendo la cena, había 3 mesas imperiales con una preciosa decoración con centros colgantes en tonos verdes y burdeos, flores y pampas.

¡La entrada de los novios a la cena fue épica, en cuanto entraron la gente se puso a bailar muchísimo y a saltar! los discursos fueron muy pero que muy emotivos.

La discoteca fue fantástica y duró hasta altas horas de la madrugada, quisimos organizar un corner en el que los novios regalaron a todas las chicas que asistieron a la boda unas alpargatas en colores “nude” y tierra para así no tener ningún tipo de excusa y poder seguir bailando en todo momento.

En definitiva, fue una boda mágica en pleno corazón del Empordà.

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