Inicio » Portfolio » Kristina & Jonas: Boda noruega en un palacete modernista

Estamos emocionadas por contaros la boda de Kristina y Jonas, una pareja de guapos noruegos, no podemos olvidarnos de su hermosa hija Mathilde, una bebé preciosa. Decidieron celebrar su boda en la ciudad de Barcelona ya que siempre fue una ciudad muy especial para los dos en la que Jonas vivió hace años.

Todos los invitados a la boda se alojaron en diferentes hoteles de la ciudad, todos muy céntricos.

La noche anterior al enlace, se celebró una fiesta de bienvenida en una azotea muy conocida de Barcelona, donde pudieron disfrutar de unas maravillosas vistas al Puerto de Barcelona.

¡Al día siguiente, llegó el gran día!! El lugar de la celebración fue El Palauet un singular edificio modernista, en realidad se trata de un auténtico palacio en el corazón de Paseo de Gracia de Barcelona, se podría decir que la joya escondida del modernismo barcelonés.

Este espacio dispone de unas suites de 150m2  con dos impresionantes balcones que ofrecen unas vistas inmejorables a esta arteria de la ciudad, nuestra pareja disfrutó alojándose en ella durante sus días de estancia.

La mañana de la boda empezó con mucha energía por parte de todos los que estábamos allí, tanto por parte de los profesionales que trabajamos ese día como por parte de la “bridal party” y parte de sus invitados, tuvimos muchos ensayos ya que una gran mayoría de los amigos de nuestra pareja son músicos profesionales en Noruega así que la música y el “entertainment” fue una parte muy importante del día.

Kristina estaba deslumbrante, simplemente perfecta, en su vestido de Pronovias con una espalda semi-descubierta que le quedaba de escándalo. Llevaba su pelo rubio suelto y un maquillaje muy natural, todo ello gracias al equipo de Teresa Snowball.

En todo momento estuvo junto a su gran amiga, su dama de honor, Ingrid iba en un tono azul cielo que le quedaba realmente muy bonito y elegante.

La ceremonia fue simplemente mágica, recreamos un jardín secreto en tonos verdes y blancos, no pudo ser más bonito, incluso alguna mariposa asomaba. De nuevo fue maravilloso contar contigo Andrea Llàcer diseñando tanta magia. También fue una suerte volver a hacer equipo con la artista Mireia Abras en todo lo referente a los detalles florales.

 

La entrada de ceremonia fue muy especial ya que Jonas y Mathilde esperaron a Kristina a los pies de la escalera modernista que lentamente fue bajando nuestra novia. En cuanto ella llegó se encontró con su hija, siendo este un momento muy entrañable para todos. Fue entonces cuando la recogieron y los tres juntos cogidos del brazo se dirigieron hacia el altar.

Las ceremonias noruegas son un poco diferentes a las que solemos ver normalmente ya que durante casi toda la ceremonia la novia se sienta al lado de su dama de honor y lo mismo sucede con el novio que está junto a su padrino.

 

La ceremonia estuvo amenizada por un pianista, un guitarra y una voz femenina juntamente a la empresa de sonido Kamal. Este grupo de músicos eran amigos íntimos de la pareja, así que aún lo hizo todo más especial.

Una vez finalizada la ceremonia, los invitados subieron a la terraza donde pudieron disfrutar del aperitivo servido por el magnífico catering Azulius, en todo momento estuvieron amenizados con música en vivo por parte de otros amigos de la pareja que también son músicos profesionales.

El “seating plan” que hicimos para esta pareja fue muy bonito, se trataba de una tela en un algodón aterciopelado color verde oscuro con la disposición de las dos mesas caligrafiadas delicadamente por parte de Lovers Love Loving.

La cena se celebró en una sala muy acogedora que gracias a sus arcos en piedra y a la iluminación utilizada se pudo llegar a crear un ambiente muy agradable.

El montaje consistió en dos mesas imperiales en forma de T, se decoraron con unas guirnaldas de flores en verdes y blancos y como siempre no pudieron faltar las velas, muchísimas velas para acabar de crear la magia que nos encanta que los invitados sientan al entrar a la cena.

Como en todas las bodas noruegas los “toastmasters” juegan un papel muy importante ya que sin ellos no sería lo mismo, así que solo empezar la cena se iniciaron las proyecciones, música y discursos y sorpresas que tenían preparadas para todos.

 

El deseo de los novios era que todo respirara mucha elegancia y sofisticación, el precioso material que usamos para la puesta en escena de la cena y la ceremonia era de Abanik.

¡En el momento de la discoteca todos los invitados se lo pasaron muy bien!! Creo que todos los invitados recordaran ese día como un día muy especial.

Fue una boda maravillosa Kristina y Jonas, gracias por dejarnos formar parte.

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